Sesgos cognitivos 

El cerebro humano — dicen los expertos — es capaz de procesar 11 millones de bits de información por segundo, pero nuestra mente consciente solo es capaz de manejar entre 40 a 50 bits de información por segundo. Por esta razón, nuestro cerebro humano suele hacer uso de atajos cognitivos, atajos que pueden llevarnos a sesgos implícitos e inconscientes

 ¿Qué es el sesgo cognitivo ?

El concepto de sesgo cognitivo fue introducido por los psicólogos israelíes Kahneman y Tversky en 1972. Daniel Kahneman — premio Nobel de Economía por su trabajo pionero en psicología sobre el modelo racional de la toma de decisiones — presentó por primera vez su estudio sobre el cerebro explicando dos sistemas que modelan cómo pensamos

En Pensar rápido, pensar despacio, Kahneman explica que el sistema 1 es rápido, intuitivo y emocional, mientras que el sistema 2 es más lento, deliberativo y lógico. El impacto de la aversión a la pérdida y el exceso de confianza en las estrategias empresariales, la dificultad de predecir lo que nos hará felices en el futuro o el profundo efecto de los sesgos cognitivos sobre todo lo que hacemos, solo pueden comprenderse si entendemos el funcionamiento conjunto de los dos sistemas a la hora de formular nuestros juicios y decisiones.

Los sesgos cognitivos son mecanismos mentales que facilitan el procesamiento de la información a la hora de hacer juicios y tomar decisiones. Nuestro cerebro utiliza atajos y simplificaciones para lidiar con la gran cantidad de información que enfrentamos diariamente.  La probabilidad de que algún sesgo cognitivo influya en nuestro comportamiento es alta y normalmente ocurre con toda naturalidad.

¿Ventaja o inconveniente?

Nuestro cerebro no es tan racional y objetivo como nos gusta creer, no guardamos toda la información de lo que vemos o pensamos, y cada vez que recordamos activamos procesos mentales y narrativos que pueden cambiar nuestros recuerdos.

Usamos los sesgos y la heurística para tomar decisiones influenciadas por nuestros hábitos, experiencias, intuiciones y emociones. Nuestra memoria es selectiva.  Solemos atribuir mayor peso a hechos y datos conectados con las emociones: “La gente olvidará lo que dijiste , olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir“ — Maya Angelou.

Nuestro cerebro no es una máquina de procesamiento que premia la exactitud, sino más bien la adaptación. Prefiere cometer errores baratos, antes que hacer o dejar de hacer algo que suponga un alto coste. Además, los recursos cognitivos son limitados, por lo tanto, nuestro cerebro acude a atajos y formas de procesamiento fáciles y automáticos para tomar decisiones rápidas. 

A primera vista puede resultar algo negativo pero la función del sesgo es básicamente adaptativa. No somos objetivos 100%, no somos máquinas. Los sesgos sencillamente reflejan que somos humanos.

Los sesgos en el contexto de gestión de personas

¿Cómo pueden afectar los sesgos en el contexto de selección, evaluación y desarrollo de personas?

Los procesos de selección y evaluación están llenos de tomas de decisiones. Se analizan diferentes perfiles, currículums, se extrae la información necesaria, se pasan entrevistas, se realizan tests y pruebas de evaluación. Estas permiten conocer mejor a la persona a la hora de seleccionar, evaluar o proyectar programas de desarrollo del talento. Precisamente algunos de estos contextos son particularmente vulnerables al sesgo cognitivo debido a estos factores:

  • La información proporcionada sobre la que han de tomar la decisión es limitada, falta conocimiento de su contexto personal. 
  • Existe una presión del tiempo en la que los evaluados deben responder y los responsables deben actuar.

Por ello, cuando la información es limitada o ambigua, y hay una presión o urgencia en el tiempo, los sesgos actúan con mayor influencia. A esto se suma inconscientemente los estereotipos, influyen las percepciones del que evalúa; y al mismo tiempo el evaluado responde con sesgos de respuesta.

A menudo, el sesgo de respuesta puede no ser intencionado, puede haber otras sencillas razones: como por ejemplo la formulación de las preguntas, la situación personal del encuestado… En cualquier caso, el resultado puede ser un conjunto de datos ambiguos y subjetivos. Es importante saber cuándo nos está afectando un sesgo para que este no altere nuestra calidad como profesionales, haciendo que tomemos decisiones no muy acertadas. Por ello, cuanto menores sean los sesgos cognitivos, más honesta y fiable será la información que obtenida.

¿Es posible eliminar o reducir los sesgos? 

Para poder garantizar la fiabilidad de los resultados es esencial en primer lugar ser consciente de la existencia de los sesgos en la aplicación de evaluaciones y pruebas, tanto de quien evalúa como del evaluado. Ahora bien ¿hay alguna forma de reducir o incluso eliminar el riesgo de sesgos? Una forma es diseñar las pruebas de la manera más objetiva posible haciendo posible una información más precisa y fiable.

Pero ¿podemos evitar los sesgos? No humanamente. Los sesgos cognitivos son inconscientes y forman una parte inherente de nuestra forma de pensar. En este punto, la tecnología, en concreto la inteligencia artificial, puede ser, y es, una herramienta útil y valiosa para ayudarnos a lidiar con los sesgos humanos en el campo del conocimiento personal, llegando a conclusiones más objetivas y fiables en relación a nuestras capacidades, competencias y habilidades.

La ventaja de la IA es que podemos programarla de tal manera que se ajuste a requisitos específicos, pudiendo ser auditada y eliminando el sesgo humano de respuesta, en concreto el sesgo de autopercepción y deseabilidad social. 

Human AI y los sesgos

En Human AI, lo hemos comprobado: si le preguntas a una muestra de 291 personas que evalúen cómo son de ordenadas y modestas, la mayoría contestará de manera positivamente sesgada, con una alta puntuación.

En la percepción que tenemos de nosotros y de nuestra conducta tendemos, sistemáticamente, a realizar interpretaciones que nos permitan mantener una visión positiva de nuestro yo, lo que nos lleva, con frecuencia, a interpretar sesgadamente nuestra realidad y auto engañarnos en nuestra propia percepción.

Este sesgo de autopercepción se ve reflejado en los test de personalidad ante una entrevista de trabajo, de selección o cualquier situación de autoevaluación donde la deseabilidad social resulta un factor condicionante.

Con Human AI, olvídate de los sesgos.

Si quieres comprobarlo, solicita nuestra demo gratuita:

👉🏼 tu-demo.humanaitech.com