Personalidad, cultura e innovación

Personalidad, cultura e innovación: relaciones entre los rasgos de personalidad y las puntuaciones nacionales de innovación

La innovación es un proceso complejo que requiere de una serie de habilidades y características como la creatividad, la capacidad de resolución de problemas y la visión estratégica. ¿Es posible que la personalidad también desempeñe un papel en la innovación? ¿Y en la cultura?

¿Influye la personalidad en la innovación?

Históricamente, se ha sostenido la creencia en la variabilidad de los rasgos de personalidad según la ubicación geográfica, una suposición que ha suscitado un profundo interés en la comunidad académica. Sin embargo, la exploración sistemática de la distribución global de perfiles de personalidad ha sido objeto de escaso escrutinio hasta la fecha.

Los estudios realizados a nivel de estado-nación abren una puerta a la comprensión de cómo las características de personalidad colectiva pueden influir en la capacidad de un país para innovar. Esto no sólo es relevante desde un punto de vista académico, sino que también tiene implicaciones prácticas para gobiernos e instituciones que buscan impulsar el crecimiento económico a través de la innovación.

Modelo OCEAN 

Los resultados de una gran cantidad de investigaciones académicas muestran los beneficios de utilizar el modelo de personalidad de cinco factores para acumular y comunicar hallazgos empíricos. Los hallazgos tienen numerosas implicaciones para la investigación y la práctica en psicología del personal , especialmente en los subcampos de selección, formación y desarrollo de personal, y evaluación del desempeño.

En base a los aspectos y rasgos de los Cinco Grandes factores de la personalidad – el modelo de evaluación OCEAN –  y en el trabajo empírico realizado con personas como unidad de análisis; los autores plantean la hipótesis de que las puntuaciones nacionales medias de los rasgos: Apertura a la experiencia, Afabilidad y Conciencia, estan estrechamente relacionadas con las puntuaciones nacionales de innovación.

¿Existe una personalidad innovadora?

Un aspecto esencial de este análisis es la relación entre la «Apertura a la Experiencia» y la innovación. Los resultados sugieren una correlación positiva sólida entre la Apertura a la Experiencia a nivel nacional y las puntuaciones de innovación tanto en términos de entrada como de salida. Esto indica que las sociedades que valoran la creatividad, la curiosidad y la exploración tienden a ser más innovadoras.

Por otro lado, la «Afabilidad» también se relaciona positivamente con las entradas de innovación. Esto sugiere que las naciones donde las personas son más amigables y cooperativas pueden ser propensas a colaborar en proyectos innovadores y a generar un entorno propicio para el desarrollo de ideas novedosas. Esto tiene implicaciones importantes en la promoción de la colaboración y el trabajo en equipo en el ámbito educativo y empresarial.

En contraste, no se encontró una relación significativa entre la «Conciencia» y las entradas o salidas de innovación. Esto puede indicar que la perseverancia y la autorregulación, aunque valiosas a nivel individual, pueden no estar tan directamente relacionadas con los éxitos innovadores a nivel nacional.

La investigación sugiere por tanto que ciertos rasgos de personalidad, como la apertura a la experiencia y la amabilidad, están asociados con una mayor capacidad para innovar. En este punto, resulta imprescindible mencionar el ecosistema educativo como agente formativo y transformativo capaz de crear un ambiente de aprendizaje innovador.  

Es interesante observar que los resultados difieren cuando se utiliza solo un tipo de datos o parámetros; subrayando la importancia de utilizar instrumentos de medición precisos y confiables en la investigación, ya que pueden afectar las conclusiones y las recomendaciones políticas.

Hacia una geografía de los rasgos de personalidad

Otras investigaciones también sugieren que las culturas pueden influir en la innovación. Las culturas que valoran la creatividad, la experimentación y la cooperación pueden ser más propensas a generar ideas innovadoras.

Los resultados obtenidos indican que la distancia al ecuador y la temperatura media no exhiben relaciones significativas con los factores de personalidad. Sin embargo, al aplicar técnicas de análisis de conglomerados y escalamiento multidimensional, se revelan patrones interesantes. Se aprecia que las culturas geográficamente próximas tienden a compartir perfiles de personalidad similares, lo que sugiere la existencia de influencias culturales y geográficas sobre la formación de rasgos de personalidad colectivos.

Un hallazgo particularmente relevante es la distinción entre las culturas europeas y americanas, por un lado, y las culturas asiáticas y africanas, por otro. Las primeras exhiben niveles superiores de extroversión y apertura a la experiencia, pero una menor amabilidad. Esta dicotomía señala la importancia de considerar factores culturales y regionales en el estudio de los rasgos de personalidad a nivel global.

No obstante, es importante subrayar que las diferencias observadas entre culturas podrían derivar de múltiples fuentes. La genética y las características culturales son solo algunas de las potenciales influencias. Para esclarecer más a fondo los orígenes de estas divergencias geográficas en los rasgos de personalidad, se requiere la realización de estudios de aculturación y el análisis de otros experimentos naturales que aborden este complejo fenómeno.

Fomentar la innovación para impulsar el crecimiento

La investigación sobre la relación entre la personalidad, la cultura y la innovación nos recuerda que la innovación no es simplemente un producto de la inversión en investigación y desarrollo, sino que también está arraigada en la psicología de las personas y las dinámicas culturales. Por lo tanto, los gobiernos y las instituciones financieras interesados en fomentar el crecimiento económico de un país, han de considerar la promoción de ambientes que fomenten la apertura a la experiencia, la colaboración y la creatividad. Esto podría traducirse en la promoción de la educación en habilidades blandassoft skills – la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo, y la inversión en la creación de espacios de trabajo que fomenten la creatividad y la colaboración.

Estos hallazgos, por tanto, aportan un valioso punto de partida para futuras investigaciones y plantean interrogantes significativos que trascienden las fronteras de la psicología y la geografía. Al profundizar en la comprensión de la relación entre la personalidad, las culturas y la geolocalización, se sientan las bases para el desarrollo de políticas más informadas y estrategias educativas que estimulen la innovación a nivel global.