«Digitalización y educación en la era de la inteligencia artificial»
Educación en entornos digitales – Bilbao European Encounters 2024
Un compromiso con la educación digital
La jornada Bilbao European Encounters 2024 comenzó con la intervención de Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao, quien resaltó la importancia de que la digitalización en la educación sea inclusiva y accesible para todos. «La tecnología en la educación no es un lujo, es una necesidad. Debemos asegurarnos de que ningún estudiante se quede atrás en esta transformación digital», afirmó Aburto, subrayando el compromiso de Bilbao con una educación más equitativa en el contexto digital.
¿Es la digitalización la solución?
La primera mesa redonda sobre «Educación en entornos digitales» planteó un debate crucial sobre el impacto de la digitalización y educación en la era de la inteligencia artificial. Moderada por Eider Inunciaga, concejala de Euskera y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Bilbao, la mesa reunió a dos referentes del sector educativo: Carlos Magro, presidente de la Asociación Educación Abierta, y María Beunza, CEO de Human AI Tech. La discusión abordó tanto las oportunidades como las amenazas que trae consigo la digitalización en el sector educativo.
Uno de los temas candentes de la mesa fue si la digitalización puede resolver los desafíos de la educación o si, por el contrario, los amplifica. «La tecnología por sí sola no es ni la solución ni el problema. Es cómo la integramos en el aula lo que marca la diferencia», subrayó Carlos Magro. Esta frase resonó en la sala, dejando claro que el reto no radica solo en tener acceso a herramientas digitales, sino en su uso pedagógico.
Beunza, desde su perspectiva tecnológica, destacó el papel de la inteligencia artificial como herramienta que, bien utilizada, puede transformar el aprendizaje. “La IA puede personalizar la educación, detectar competencias socioemocionales y adaptarse a cada estudiante. Pero es el docente quien debe guiar ese proceso, no la máquina”, señaló, dejando claro que la tecnología no puede reemplazar la labor humana en la educación.
La brecha digital y la ética en el uso de la tecnología
La creciente brecha digital fue uno de los puntos álgidos del debate. Si bien la pandemia aceleró la digitalización en la educación, también dejó al descubierto profundas desigualdades. “La digitalización corre el riesgo de aumentar la brecha entre quienes tienen acceso a un uso crítico de la tecnología y quienes no”, advirtió Magro. Su postura reflejaba la preocupación de muchos docentes que, a pesar de contar con dispositivos en las aulas, no siempre saben cómo sacarles el máximo provecho.
Otro tema destacado fue la ética tecnológica. “Lo más emocionante de la IA es que, por primera vez, estamos poniendo la ética en el centro del debate”, señaló María Beúnza, haciendo hincapié en la necesidad de asegurar que las herramientas digitales sean transparentes y no perpetúen sesgos. “Si no controlamos los algoritmos, estamos dejando que la tecnología decida por nosotros, y eso puede perpetuar desigualdades”, comentó, invitando a una reflexión profunda sobre el papel que debe tener la inteligencia artificial en la educación.
Preguntas del público: la voz de los docentes
“¿Cómo se espera que los docentes nos adaptemos a un entorno tan cambiante, cuando estamos desbordados por la carga laboral y no contamos con los recursos para formarnos en nuevas tecnologías?”
La respuesta de Magro fue contundente: “Es cierto que la tecnología avanza más rápido de lo que los docentes pueden adaptarse, pero el problema no es la tecnología en sí, sino la falta de recursos para acompañar esa transformación. La innovación debe venir acompañada de formación continua, y eso requiere inversión.” Beunza añadió: “La clave no está en aprender a manejar cada nueva herramienta, sino en desarrollar una competencia digital crítica, que permita adaptarse a lo que venga.”
Innovación: ¿a qué precio?
La palabra «innovación» estuvo presente en todo el debate, pero ambos ponentes coincidieron en que el término a menudo se malinterpreta. “Innovar por innovar es un error. La tecnología en la educación debe tener un propósito claro: mejorar el aprendizaje”, afirmó Beunza. Magro, por su parte, insistió en la necesidad de evaluar las nuevas tecnologías antes de implementarlas masivamente: “Estamos obsesionados con introducir pantallas y dispositivos en las aulas, pero ¿realmente hemos comprobado que mejoran los resultados educativos? Lo que falta es evaluación”.
El futuro de la educación
La mesa concluyó con un mensaje optimista pero cauto. “La digitalización puede ser una herramienta poderosa, pero nunca debe sustituir al factor humano. La clave está en encontrar un equilibrio entre tecnología y humanidad en la educación”, dijo Beunza en sus palabras de cierre.
Magro, por su parte, hizo un llamado a la comunidad educativa: “No debemos dejar que la tecnología nos sobrepase. La soberanía digital empieza en las aulas, enseñando a nuestros estudiantes a ser críticos, reflexivos y a no depender ciegamente de las herramientas digitales.”
Este debate no dejó dudas de que la educación enfrenta un momento crucial. La tecnología puede ser una aliada, pero solo si se integra con un propósito pedagógico claro y se acompaña de una reflexión ética y crítica.
Reflexiones éticas y pedagógicas
Durante la segunda mesa redonda de Bilbao European Encounters 2024, titulada «La educación de la inteligencia en un entorno digital», los filósofos José Antonio Marina y Daniel Innerarity abordaron las complejidades y retos que plantea la inteligencia artificial en la educación. Marina subrayó la necesidad de redefinir la inteligencia en un contexto donde la tecnología parece estar al frente de la transformación educativa. «La IA puede ser parte de la solución, pero los problemas educativos solo se resuelven con pedagogía y comunidad», afirmó Marina, resaltando la importancia de la intervención humana en el uso de estas herramientas.
Por su parte, Daniel Innerarity reflexionó sobre la dualidad que representa la tecnología: «La IA es una herramienta poderosa, pero no podemos perder de vista que su uso plantea cuestiones éticas fundamentales. El verdadero desafío no es solo incorporar la tecnología, sino hacerlo de manera que fomente un pensamiento crítico y una autonomía intelectual en los estudiantes». Innerarity hizo hincapié en que la educación no puede depender únicamente de la tecnología, ya que esta no puede sustituir los procesos cognitivos más humanos, como la empatía y el juicio moral.
Ambos ponentes coincidieron en que la educación del futuro debe centrarse en formar individuos capaces de manejar las herramientas digitales, pero sin perder la capacidad de reflexión ética sobre su uso. Este debate destacó la importancia de preparar a las nuevas generaciones para no solo ser consumidores de tecnología, sino también ciudadanos críticos y responsables en un mundo cada vez más digitalizado.
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Bilbao European Encounters 2024 puso sobre la mesa que, al final, la educación sigue siendo una tarea profundamente humana.