Inteligencia Artificial y Educación: ¿cómo aprovechar las oportunidades y afrontar los desafíos?

La irrupción de la Inteligencia Artificial en educación puede llegar a ser una de las tecnologías más relevantes tanto para optimizar la actividad docente como para poder responder mejor a las necesidades del alumnado.

Como ha sucedido en la historia con todas las innovaciones disruptivas, la llegada de la inteligencia artificial ha generado un intenso debate con opiniones encontradas. Por un lado, están quienes ven a la IA como una herramienta poderosa para mejorar la educación y para personalizar de manera más eficiente y efectiva el aprendizaje – tanto el cognitivo como el socioemocional. Por otro lado, hay quienes temen que la IA pueda tener efectos negativos en la educación, como la exacerbación de las desigualdades o la eliminación de puestos de trabajo, y recelan de sus consecuencias en términos de ética, privacidad y seguridad.

La complejidad del tema y quizás la incertidumbre del futuro, involucra muchos factores y perspectivas y exige un abordaje cuidadoso, informado, crítico y equilibrado, que tenga en cuenta tanto los beneficios como las preocupaciones. ¿Cómo aprovechar sus beneficios y afrontar sus riesgos en el ámbito de la educación? 

El Consenso de Beijing: una hoja de ruta para un Futuro Tecnológico y Educativo

En 2019, el “Consenso de Beijing sobre la Inteligencia Artificial y la Educación” se convirtió en el primer documento de la historia que recogía consejos y recomendaciones sobre cómo sacar mayor provecho de las tecnologías de IA en Educación y cómo afrontar sus desafíos. El Consenso fue aprobado durante la Conferencia internacional sobre la Inteligencia Artificial en la Educación,  y contó con la participación de más de 50 ministros, representantes internacionales de más de 105 Estados Miembros y unos 100 representantes de agencias de las Naciones Unidas, instituciones académicas, de la sociedad civil y del sector privado.

El Consenso de Beijing se basa en el principio de que el despliegue de las tecnologías de IA en la educación debe tener como objetivo mejorar las capacidades humanas y proteger los derechos humanos para una colaboración eficaz entre el hombre y la máquina en la vida, el aprendizaje y el trabajo, y para el desarrollo sostenible. Además declara que la integración sistemática de la IA en la educación permite hacer frente a los mayores desafíos de la educación hoy en día, así como innovar en materia de prácticas de enseñanza y aprendizaje y, finalmente, acelerar los logros en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

«La inteligencia artificial puede ser una gran oportunidad para acelerar la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible. Pero toda revolución tecnológica conlleva nuevos desequilibrios que debemos prever».

Audrey Azoulay – Directora General de la UNESCO

Recomendaciones para aprovechar oportunidades y afrontar desafíos 

El Consenso de Beijing ofrece una serie de recomendaciones – aún muy vigentes en nuestros días –  considerando la posibilidad de aplicar las medidas recomendadas en respuesta a las oportunidades y los desafíos que presenta la inteligencia artificial en relación con la educación:

  • Planificación de la inteligencia artificial en las políticas educativas: considerar su naturaleza multidisciplinar y sus impactos, alinear su uso con las políticas públicas y educativas, adoptar enfoques integrados y participativos, establecer prioridades estratégicas según los ODS, planificar y aplicar estrategias sistémicas; tener en cuenta las necesidades y los recursos financieros y aprovechar su potencial para combinar y analizar fuentes de datos a fin de mejorar la eficiencia de la toma de decisiones.
  • La inteligencia artificial para la gestión y la impartición de la educación. Aprovechar el potencial de los datos y la inteligencia artificial para mejorar la planificación, la gestión y la impartición de la educación, y para introducir nuevos modelos de educación y formación que sean más equitativos, inclusivos, personalizados y adaptados a las necesidades de los diferentes agentes educativos (estudiantes, el personal docente, padres y comunidades)
  • La inteligencia artificial para apoyar la docencia y a los docentes. Destacar la importancia de la interacción humana y la colaboración en el proceso educativo, y defender los derechos y las condiciones de trabajo de los docentes. Revisar y definir las funciones y las competencias de los docentes, y fortalecer su formación y capacitación para adaptarse a los entornos educativos con inteligencia artificial.
  • La inteligencia artificial para el aprendizaje y la evaluación del aprendizaje. Utilizar la IA para mejorar el aprendizaje y la evaluación del aprendizaje, tanto en los planes de estudios como en las metodologías. Aplicar o crear herramientas de inteligencia artificial que sean beneficiosas y seguras, que faciliten el aprendizaje en diferentes áreas y que desarrollen competencias y aptitudes interdisciplinarias. Apoyar experimentos e innovaciones en las escuelas, y usar los datos para evaluar las competencias de los estudiantes a diferentes niveles.
  • Desarrollo de valores y competencias para la vida y el trabajo en la era de la inteligencia artificial: la necesidad de desarrollar valores y competencias para la vida y el trabajo en la era de la inteligencia artificial, teniendo en cuenta los cambios que esta provoca en el mercado laboral y en la sociedad. Actualizar y elaborar los planes de estudios y las cualificaciones para integrar las competencias relacionadas con la inteligencia artificial, así como mejorar la adquisición de competencias básicas sobre la IA en todos los niveles educativos. Apoyar  las instituciones de educación superior y de investigación para desarrollar el talento local en materia de inteligencia artificial.
  • La inteligencia artificial para ofrecer oportunidades de aprendizaje permanente para todos: abogar por el ODS 4 – el aprendizaje permanente como el principio rector para garantizar una educación de calidad para todos. Adoptar y aprovechar la inteligencia artificial para facilitar el aprendizaje personalizado, flexible y reconocido, y poder desarrollar una normativa, unos valores, unas competencias necesarias para las personas mayores, las mujeres y  los trabajadores que les permitan permanecer activos durante el tiempo que deseen y participar en sus sociedades.
  • Promoción del uso equitativo e inclusivo de la inteligencia artificial en la educación: promover el uso de la inteligencia artificial en la educación de manera equitativa e inclusiva, para garantizar el derecho a la educación de todos los grupos, especialmente los más vulnerables. Evitar que la inteligencia artificial aumente la desigualdad o discrimine a las minorías, y a facilitar el aprendizaje de los estudiantes con dificultades, con necesidades especiales o que hablan otro idioma.
  • Inteligencia artificial con equidad de género e inteligencia artificial para la igualdad de género: reducir la brecha de género en el campo de la inteligencia artificial, tanto en el desarrollo como en el uso de sus aplicaciones educativas. Eliminar los sesgos de género en los datos y las herramientas de inteligencia artificial, y fomentar la participación y la capacitación de las mujeres y las niñas en este sector.
  • Velar por el uso ético, transparente y verificable de los datos y algoritmos educativos: considerar los aspectos éticos, legales y sociales de los datos y algoritmos utilizados en la inteligencia artificial para la educación. Adoptar medidas para prevenir los sesgos, proteger la privacidad y la seguridad de los datos, y regular el desarrollo y el uso de las herramientas de inteligencia artificial para fines educativos. Fomentar la investigación sobre los posibles efectos negativos de la inteligencia artificial en los derechos humanos y la igualdad de género.
  • Seguimiento, evaluación e investigación: subrayar la necesidad de realizar estudios sistemáticos sobre la inteligencia artificial en la educación, tanto en sus aspectos positivos como negativos. Apoyar la investigación, la innovación y el análisis interdisciplinarios sobre las aplicaciones de la IA, así como fomentar la cooperación internacional en este campo. Desarrollar mecanismos de seguimiento y evaluación para medir el impacto de la inteligencia artificial en la educación y orientar las políticas educativas.

Como conclusión….

Con el Consenso de Beijing como hoja de ruta, el horizonte de la integración de la inteligencia artificial (IA) en la educación se va perfilando como un gran desafío y al mismo tiempo como una oportunidad sin precedentes. Las recomendaciones del Consenso de Beijing se erigen como pilares fundamentales para aprovechar las oportunidades que la IA ofrece en el ámbito educativo, al tiempo que abordan con diligencia los desafíos inherentes. La clave reside en la capacidad de fusionar la potencia transformadora de la inteligencia artificial con la potencia de los valores y derechos humanos fundamentales.